
Con los tipos de interés por las nubes, es normal preguntarse qué hacer con tus ahorros, si conviene amortizar hipoteca o invertir ese dinero.
Lo primero que debes saber es que cualquiera de las dos es una buena opción. Adelantar una parte de la hipoteca o invertir son mejores alternativas que tener tu dinero parado y que la inflación se lo coma.
A partir de ahí, hay momentos y situaciones en que será mejor amortizar la hipoteca que invertir y viceversa.
Ventajas e inconvenientes de amortizar la hipoteca
Amortizar la hipoteca consiste en adelantar una parte del préstamo hipotecario para pagar menos intereses.
La rentabilidad de esta opción se centra en los intereses que dejas de pagar por ese capital que adelantas. Para que lo entiendas mejor, al adelantar una parte de la hipoteca, ahorrarás los intereses que de otra forma pagarías por ese dinero.
Cuanto mayores sean los intereses del préstamo, mayor será el ahorro o rentabilidad que consigas. Así de simple.
Las ventajas y desventajas de amortizar la hipoteca frente a invertir tus ahorros pasan por:
El rendimiento está asegurado
Con tu hipoteca sabes exactamente el tipo de interés que pagas por tu dinero y, por lo tanto, la rentabilidad de la operación. Si pagas un 5% con tu préstamo hipotecario, ese será el rendimiento de la operación para el dinero que adelantes (lo que te ahorras en intereses).
Por supuesto, hay otras variantes que pueden hacer que ahorres más o menos capital.
La primera serían los años que restan de hipoteca o en qué momento de la hipoteca estás. Como la mayoría de las hipotecas funcionan mediante el sistema de amortización francés, ahorrarás más cuanto antes pagues la hipoteca.
La razón es que con este modelo de amortización la mayoría de los intereses se pagan en los primeros años. Adelantar ahí dinero de la hipoteca supondrá un ahorro mayor, como se puede ver en este gráfico de HelpMyCash.

La segunda es la fórmula de amortización. Puedes elegir entre amortizar cuota o años de hipoteca. Al amortizar cuota reducirías la cantidad que pagas al mes de hipoteca y al amortizar plazo, reduces los años que te quedan por pagar de hipoteca, aunque seguirás pagando la misma cuota mensual.
Normalmente, el ahorro es mayor al reducir plazo que cuota.
Por último, si desgravas por tu hipoteca y no pagas más de 9.040 euros al año, conseguirás un ahorro extra si adelantas lo que te queda hasta llegar a esa cifra. Esta es una de las 6 cosas que puedes hacer para pagar menos impuestos cada año.
La tranquilidad de pagar deuda
Esta es una ventaja más psicológica que financiera. Hay pocos elementos más estresantes que la deuda, especialmente la hipoteca.
Pagar la deuda antes de tiempo puede marcar la diferencia es eres de esas personas a las que le pesa mucho estar endeudado.
Te descapitalizas: ese dinero “desaparece”
Esta es la principal desventaja de amortizar la hipoteca frente a invertir tus ahorros. Esos ahorros desaparecerán y dejarán de estar disponibles. Esto es lo que en términos financieros se conoce como descapitalizarte.
Dicho de otra forma, si has ahorrado 10.000 euros y los utilizas para pagar la hipoteca, no podrás recuperar ese dinero si lo necesitas. Por el contrario, si inviertes ese dinero, sí que podrás disponer de él en caso de necesidad.
Solo tendrás que desinvertir y vender las acciones, participaciones del fondo de inversión o del activo en que hayas invertido. Otra cuestión, como veremos ahora, es que en ese momento el valor de la inversión podrá ser mayor o menor al capital que pusiste.
Por eso mismo es importante dejar siempre un colchón financiero para imprevistos. Es decir, una parte de tus ahorros que no vas a invertir ni usar para pagar la hipoteca, sino para cubrir emergencias.
Ventajas y desventajas de invertir
Frente a amortizar la hipoteca está la opción de invertir tus ahorros. La forma óptima de hacerlo es invertir a largo plazo, porque así se reduce el riesgo de la inversión, el principal inconveniente de esta fórmula.
Estos son los puntos positivos y negativos de invertir versus anticipar dinero para la hipoteca.
Incertidumbre vs seguridad: la rentabilidad no está garantizada
Si al adelantar la hipoteca conoces de antemano el rendimiento de la operación, con la inversión nadie te puede asegurar cuánto vas a ganar, salvo que el producto sea garantizado.
La rentabilidad de una inversión siempre es incierta. Es el riesgo inherente a invertir. Sin embargo, hay una forma de limitar ese riesgo: invertir a largo plazo.
De hecho, todavía no hay un periodo en la historia en el que un inversor en el mercado americano que invierta durante 20 años haya perdido dinero.

Puedes tener mayor rentabilidad a largo plazo
Con la amortización de la hipoteca la rentabilidad es fija. Ganas la cantidad de intereses que dejas de pagar por la hipoteca. Así de simple y así de fácil.
Es una buena ganancia anual que se queda en eso. Con la inversión no ocurre lo mismo. Gracias al interés compuesto, la rentabilidad y tu capital crecerá de forma exponencial con el tiempo.
Gracias al interés compuesto “un euro invertido al 5% anual durante 40 años se convierten en 7,04 €. Lo que significa que el dinero ahorrado el primer año puede valer 7 veces más que lo ahorrado el último” explica Guillermo Villar, certificado CAF y planificador financiero de Inversimply.
Así es como crece tu dinero gracias al interés compuesto. Esto es lo que pasa con 10.000 euros y una rentabilidad del 10% anual.
Y tú no tendrás que hacer nada más que mantener tu inversión. De hecho, el interés compuesto es una de las tres razones por la que empezar a planificar pronto.

Y tu dinero disponible
Como ya hemos comentado, una de las ventajas de invertir es que tu dinero seguirá disponible.
En función del producto de inversión que escojas tardarás más o menos tiempo en poder recuperarlo, pero hay opciones para que puedas hacerlo en cualquier momento. La clave aquí está en saber elegir bien dónde invertir tu dinero.
Estás asegurando tu futuro
Cuando termines de pagar tu casa, tendrás un lugar en el que vivir al jubilarte. En este punto, da igual que pagues la hipoteca antes o después.
Al invertir estás haciendo algo más, estás construyendo tu futuro para poder tener la vida que tú quieras, al jubilarte y también en el camino hasta esa meta.
Y es que, al invertir tu patrimonio crece cada año y eso también hará que vivas una vida más tranquila.
Adelantar la hipoteca o invertir: cómo saber cuál te interesa
La pregunta del millón: ¿es mejor amortizar hipoteca o invertir? ¿Cómo puedes saber cuál te compensa más en tu caso?
La fórmula más simple de decidir entre pagar la hipoteca o invertir din dinero es enfrentar el rendimiento de cada operación. ¿Y eso cómo se hace? Muy fácil: compara la rentabilidad que puedes obtener con tus inversiones con el tipo de interés de la hipoteca.
Si tus inversiones van a generar un rendimiento superior al tipo de la hipoteca, puedes plantearte pagar antes el préstamo. Ese sería el escenario general sobre el que empezar a trabajar y hacer el resto del análisis.
Ahí es donde deberás tener en cuenta las ventajas y desventajas que has visto en los puntos anteriores y decidir qué operación encaja mejor contigo y con tu perfil.
Tomar la mejor decisión con un experto
¿Te vas a atrever a invertir? ¿Qué rentabilidad puedes esperar para tus ahorros? Esa es una de las dudas más repetidas. Un planificador experto en inversiones puede ayudarte con estas preguntas y con todos los números para tomar la mejor decisión para ti.
Con su ayuda podrás trazar un plan para tus finanzas, decidir entre amortizar hipoteca o invertir e incluso combinar ambas. Y es que, la una no es excluyente de la otra. Puedes destinar una parte de tus ahorros a la hipoteca y otra parte a construir tu futuro. ¿Qué parte utilizar en cada caso? Tu planificador te ayudará a encontrarla.

Soy Javier Hidalgo Cridado un apasionado de las finanzas, la planificación familiar y el mercado financiero. Titulado por EFPA como asesor financiero europeo, experto en seguros de nivel 2 por ICEA y certificación en LCCI. He trabajado en banca privada, de inversión y en empresas intermediarias como broker, obteniendo una visión moderna y muy comprometida con la economía personal, familiar y profesional, priorizando el asesoramiento personalizado y enfocado a las personas.