Sobrellevar las bajas temperaturas es una de las principales aspiraciones de cualquier hogar en invierno, aunque no es una tarea fácil teniendo en cuenta la fuerte subida que han sufrido los precios de los combustibles y de la energía.
En este sentido, si dispones de gas natural para alimentar tu sistema de calefacción, te recomendamos que hagas un estudio de mercado antes de que llegue el frío. De esta manera podrás evitar el incremento de hasta el 80% en la factura que suelen generar los precios obsoletos y/o elevados.
Acciones que permiten reducir el consumo de gas en una vivienda
El primer paso es asegurarse de que el sistema de calefacción funciona de manera eficiente. Comprueba que la revisión de la caldera de gas se está en vigor y purga los radiadores.
También puedes aplicar las siguientes medidas de ahorro para reducir el gasto de gas en tu rutina diaria:
- Fija la temperatura del termostato a 22 °C durante el día y a 16 °C durante la noche, por cada grado extra, el consumo puede incrementarse un 7%
- Regula la calefacción en las diferentes estancias del hogar en función del tiempo que pasas en ellas, y desconéctala en las habitaciones que no usas
- Establece la temperatura de la caldera de gas a un máximo de 45 °C y el calentador entorno a los 30 y los 35 °C
Factores a tener en cuenta para mejorar el contrato de gas
Ahorrar en la factura de gas natural pasa en gran medida por el conocimiento del uso que se da al suministro, es decir, si se destina exclusivamente a la calefacción, o también alimenta el agua caliente y la cocina.
En resumen, elegir la compañía de gas más barata es un proceso completamente personalizado para cada usuario, dónde se deben de tener en cuenta los siguientes factores:
- El precio del consumo (€/kWh) del gas, que sea lo más económico posible
- El tipo de tarifa a contratar.
- Las tarifas planas son recomendables para los suministros con un alto consumo en invierno, porque el gasto se reparte a lo largo del año, pagando un importe fijo acordado con la comercializadora
- Las tarifas de precio fijo están destinadas a los usuarios con un consumo medio-bajo en invierno o regular a lo largo del año, porque pagarán cada mes el gasto efectuado a un precio económico
- Las condiciones específicas de cada contratación: la permanencia, los descuentos y las promociones temporales y/o los servicios de mantenimiento adicionales
Por último, es importante valorar todas las opciones, las tarifas libres y la TUR, antes de tomar una decisión definitiva.
Diferencias entre la tarifa TUR y las tarifas libres de gas
Características de la tarifa TUR de gas
La Tarifa de Último Recurso (TUR) o tarifa regulada de gas es una contratación semiregulada por el Gobierno en función de la oferta y la demanda existente en el mercado mayorista, por tanto, cambia cada 3 meses en el BOE, con un límite de subida de un 4,6% cada 6 meses.
Actualmente, ofrece el precio de consumo más económico y no tiene permanencia, aunque es recomendable hacer un seguimiento de su precio en los meses de enero, abril, julio y octubre.
Solo la pueden contratar las viviendas con un consumo menor a 50.000 kWh/año, en 4 de las comercializadoras de referencia: Gas & Power, Baser COR, Energia XXI y Curenergía
Características de las tarifas libres de gas
En el caso de las tarifas libres, son las propias comercializadoras las que establecen sus condiciones de contratación y sus precios de manera completamente independiente.
Pese a que son ligeramente más caras que la TUR, proporciona una mayor estabilidad a sus usuarios, porque saben en todo momento el coste que van a pagar por su consumo de gas.
Además, su contratación puede realizarse en las más de 200 comercializadoras existentes, no tiene límite de consumo al año y existe la posibilidad de contratar servicios de mantenimiento adicionales para cubrir las revisiones y reparaciones de la caldera.