
¿Por qué fue la última gran bronca que tuviste en pareja? Es fácil que la respuesta sea por dinero, por los hijos o por problemas de alcoba. De las tres opciones, la del dinero es sin duda alguna la más fácil de solucionar. ¿No me crees?
La clave está en saber organizar tus finanzas en pareja y seguir algunos pequeños trucos que te ahorrarán las disputas más habituales por dinero. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Vamos a verlos!
La importancia de la comunicación: la charla del dinero
Dicho así asusta, pero no es para tanto. Igual que como madre sé que en algún momento tendré que abordar el tema de la sexualidad con mis hijos, como pareja hay que aprender a hablar de dinero.
¿La razón? Es fácil que tengáis visiones diferentes sobre cómo hay que gestionar el dinero y en qué está bien gastarlo. De hecho, las principales peleas sobre dinero en pareja son sobre:
- Hábitos de consumo.
- Hábitos de ahorro.
- Cuánto gana cada uno.
- Quién controla qué.
- Deudas (previas y contraídas en pareja)
Aprender a hablar abiertamente sobre el dinero en pareja es el mejor remedio. Es normal que al principio imponga. A fin de cuentas, el dinero sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad. ¿La solución? Empezar hablando en torno a un objetivo común, que es el siguiente punto del camino. Puede ser desde un viaje hasta algo mucho más grande como comprar casa.
La importancia de tener objetivos financieros en pareja
¿Sabes por qué las empresas crean metas y logros conjuntos? Porque es una de las mejores formas de cohesionar un equipo. En pareja pasa exactamente lo mismo.
Vivir en pareja es compartir un proyecto de vida conjunto. Eso implica tener objetivos financieros comunes, además de gastos. ¿Ya sabes cuáles son esos objetivos? Si nunca os habéis sentado a exteriorizarlos, deberíais hacerlo.
Buena parte de esos problemas en torno a hábitos de consumo y de ahorro tienen que ver con esos objetivos. Para que lo entiendas mejor, si tú plan vital pasa por comprar casa en 5 años y para tu pareja es algo que podéis dejar para dentro de 10 años porque ahora prefiere viajar, es fácil que tarde o temprano salten las chispas.
¿El motivo? El uso que hacemos del dinero tiende a reflejar cuáles son estos objetivos vitales. Si quieres comprar casa en poco tiempo, te apretarás el cinturón, por ejemplo.
Para que los objetivos de pareja funcionen deben ser:
- Relevantes para los dos (por algo son compartidos).
- Concretos, cuanto más mejor.
Realizables. De otra forma os perderéis por el camino. - Tener un plazo concreto.
No todos tienen que ser grandes metas. Algunos ejemplos de este tipo de objetivos pueden ser las vacaciones anuales, un viaje especial que os haga mucha ilusión, casaros (sí, una boda hay que planificarla económicamente), comprar casa o hacer obras en vuestra vivienda.
Establecer estos objetivos es el mejor consejo para unas finanzas en pareja que funcionen para los dos.
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Un presupuesto común para los objetivos y gastos comunes
¿Mejor una cuenta conjunta o cuentas separadas? Igual tú lo tienes muy claro, pero te aseguro que esta es una de las preguntas que más hacen sobre cómo organizar el dinero en pareja.
Yo lo tengo claro, las parejas que comparten son más felices, también cuando se trata de gastos. Por eso mismo la mejor forma de gestionar el dinero en pareja es con una cuenta conjunta para esos gastos y objetivos comunes (o varias).
En realidad, se trata de disponer de un presupuesto común para los gastos de la casa, viajes, ocio conjunto e incluso para metas más ambiciosas como comprar casa.
Una buena solución sería tener una cuenta conjunta para los gastos del día a día comunes, otra para el ahorro a medio plazo, como las vacaciones y sólo si la necesitáis, otra más para comprar casa, estudios de los hijos, comprar coche…
Y otro particular para los objetivos individuales
Igual que existen objetivos comunes, también los hay particulares. Para que una relación funcione, las dos partes necesitan tener su propio tiempo y espacio, también financiero.
¿Qué quiere decir esto? Algo tan simple como que cada uno necesita su propio dinero que gestionar, independientemente de su nivel de ingresos. Este dinero individual se divide en dos categorías y es clave para las finanzas en pareja:
- Dinero para caprichos.
- Dinero para el futuro.
Los dos son importantes, pero el primero es que te evitará la mayoría de discusiones. Hay un truco muy sencillo y al mismo tiempo efectivo para no discutir por cómo usa el dinero tu pareja. Se conoce como el dinero libre de reproches, el presupuesto de ocio particular o la cuenta para caprichos. En realidad el nombre es lo de menos.
¿En qué consiste este truco? Muy fácil: en reservar una parte del presupuesto familiar para que cada uno tengáis vuestro dinero para ocio y caprichos. Es un dinero libre de culpa y reproches.
¿Qué tu pareja quiere gastárselo en esas zapatillas tan caras que no necesita? ¡Que lo haga! ¿Prefiere cómics, sandalias, un nuevo móvil, videojuegos…? ¡También! Es su dinero y puede hacer lo que quiera con él porque no afecta a las finanzas de la pareja.
¿Y las inversiones?
Recuerda que te hablé de un dinero para caprichos y otro para tu futuro, el tuyo y el de tu pareja. Aquí es donde entran las inversiones o el ahorro, dependiendo del momento de la vida en el que estés.
Los dos deberíais ahorrar e invertir a largo plazo para la jubilación. A fin de cuenta, es una parte de vuestro viaje en común y también debería ser un objetivo conjunto de las finanzas en pareja. De hecho, hay inversiones como comprar casa o la universidad de los niños que son claramente cosa de los dos.
Lo primero es establecer esa estrategia general común, tanto de dinero como de enfoque. En otras palabras, cuánto vais a ahorrar e invertir cada uno como mínimo.
A partir de ahí, cada miembro de la pareja puede establecer su estrategia con el dinero que ahorra. Y es que hay quienes tienen más apetito por el riesgo, quienes prefieren hacerlo por su cuenta, quienes necesitan ayuda… Por eso, las inversiones en pareja, juntas pero no revueltas. Es decir, mejor en cuentas separadas.
¿No sabes por dónde empezar? En Inversimply estamos aquí para ayudarte y asesorarte. Si quieres sentarte conmigo física o virtualmente y que te ayude a establecer estos objetivos de ahorro y ver en qué invertir, estaré encantada guiarte.
¿Cuánto debe aportar cada uno a las finanzas en pareja?
Otra de las grandes dudas es qué debe pagar cada parte de la pareja, especialmente cuando hay una diferencia salarial importante.
Hay dos fórmulas para distribuir los gastos en pareja y la que escojas puede marcar tu relación, tanto financiera como personal. La razón es que, según cómo organices el dinero en pareja cada uno tendréis más o menos libertad.
La fórmula del 50/50
Repartir los gastos a la mitad es quizás lo más intuitivo. Sin embargo, no tiene por qué ser lo mejor.
Las ventajas de esta fórmula es que cada uno es más responsable de sus finanzas, porque sabe que deberá contribuir al 50% de los gastos independientemente de su salario.
Además, también crea incentivos para ganar más dinero y programar mejor la carrera profesional. Y es que todo lo que ganes de más irá directamente a tus bolsillos.
Por el contrario, dividir los gastos de la pareja al 50% crea desigualdades en términos financieros. Si uno gana 100 y aporta 20 y el otro gana 50 y también aporta 20, hay una parte de la pareja que tiene menos posibilidades de ocio y de labrar su futuro económico. ¿El resultado? Una potencial fuente de conflictos.
La fórmula del gasto proporcional
Este método divide el gasto de manera proporcional a los ingresos. Para que lo entiendas mejor, vamos a verlo con un ejemplo.
Imagina que los gastos comunes ascienden 500 euros. Una parte gana 1.500 euros y la otra 750 euros. ¿Cuánto aportaría cada uno? Con este modelo, el primero aportaría el doble que el segundo, porque también ingresa el doble.
La ventaja de este sistema es que es más solidario y equitativo para el futuro, sobre todo cuando llega el momento de formar una familia y los gastos comunes se acumulan (sí, la educación de los niños y la universidad son caras).
Con este sistema los dos pueden gestionar su propio dinero y tener sus objetivos aunque existan diferencias salariales.
¿El inconveniente? Como en el caso anterior, puede ser fuente de conflictos en el futuro.
¿Y los niños? Las finanzas de la pareja cambian con los niños y también la forma de gestionar el dinero, pero eso ya lo veremos en su propio artículo, donde te contaré cómo ahorrar para el futuro de tus hijos y cuándo empezar.
¿Necesitas ayuda? ¡Cuando quieras empezamos a ponerla en práctica!

Silvia Martínez-Etayo
Soy una apasionada de las finanzas personales y de la libertad financiera. Mi meta es ayudar a las personas a tomar mejores decisiones financieras para que puedan cumplir sus metas personales.
El dinero es una gran herramienta y yo puedo ayudarte a sacarle el máximo provecho. Mi forma de trabajar es muy sencilla:. Primero evalúo tu situación actual, tus necesidades y, sobre todo, tus objetivos y metas, tanto personales como financieros. Después trazo contigo un plan para conseguir esos sueños a corto, medio y largo plazo.