“¿Qué rentabilidad voy a sacar por mi dinero?” Esa es una de las preguntas que más me repiten en las reuniones y es normal. Es el reflejo de cómo medimos las inversiones: en base a su rentabilidad.
Medir una inversión o un producto por el beneficio potencial que genera está bien, pero no cuenta toda la historia. De hecho, de todos los parámetros de una inversión, la rentabilidad es el más variable y uno de los que escapa totalmente a tu control.
Ningún inversor puede controlar la rentabilidad del mercado ni la de sus propias inversiones y quien te diga lo contrario, miente. Lo que sí puedes hacer es vigilar los parámetros sobre los que sí tienes control que son cinco: la cantidad que inviertes, el riesgo, el coste, el tiempo y el comportamiento.
La cantidad que inviertes
Seguro que has escuchado aquello de que sólo debes invertir el dinero que no necesitas o que puedes perder. ¿Qué quiere decir eso en realidad? Porque seguro que estás pensando que necesitas todo tu dinero.
La traducción que hacemos en Inversimply es más sencilla y fácil de poner en práctica: primero reúne tu colchón para imprevistos y después invierte.
A efectos prácticos, junta entre 3 y 6 meses de tu salario y guarda ese dinero en liquidez. El resto es lo que puedes invertir. Esta es la recomendación general, aunque siempre se puede adaptar según cada caso. Por eso es tan importante conocer la situación, objetivos y punto de partida de cada persona.

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El nivel de riesgo
Separar tu colchón para imprevistos ya es una primera medida de control de riesgos. Sin embargo, para definir tu perfil de riesgo hay que ir un poco más allá.
Empieza por preguntarte si eres más ahorrador o inversor. El verdadero perfil de riesgo se ve en las caídas, en cómo te comportas cuando el mercado cae, porque siempre termina haciéndolo.
Mi recomendación personal es ser sincera contigo mismo y asumir un nivel de riesgo que te permita dormir tranquila por la noche sin estar preocupada por tus inversiones. De hecho, para eso estamos precisamente en Inversimply.
El horizonte temporal
El tiempo es el tercer elemento que puedes controlar en tus inversiones y es tan importante como tu perfil de riesgo. Lo que pasa es que rara vez reparamos en él ni en su efecto.
En realidad, el tiempo es tu mayor aliado como inversor por dos motivos:
- El interés compuesto, que consiste en reinvertir los beneficios de tu inversión y que hace que tu dinero crezca más rápido.
- Invertir a largo plazo reduce el riesgo y aumenta la rentabilidad. Yo no sé que hará mañana la bolsa, pero sí sé que a largo plazo la estadística es clara. No hay un periodo de 15 años en los que la renta variable haya arrojado pérdidas. La clave es ser capaz de mantener la inversión, algo que de lo te hablaré en el quinto punto.
Por eso es tan importante empezar a ahorrar pronto para la jubilación.

Los costes de la inversión
Quizás el elemento que más puedes controlar en tus inversiones: los costes y comisiones.
Suele decirse que cada euro que ahorras en comisiones es un euro de rentabilidad que ganas. Y así es. La rentabilidad de tu inversión puede variar, pero los costes siempre estarán ahí y cuando menores sean mejor, aunque siempre con cabeza.
Por ejemplo, los costes son un elemento que debes revisar para elegir un fondo de inversión, pero no el único. La clave es encontrar un equilibrio en tu cartera y dar a los costes la importancia real que tienen.
A fin de cuentas, seguro que no te importa pagar un 2% de comisiones por un producto que renta un 15% frente a 0,5% por otro que logrará un 5% de beneficio.
Tus emociones
Dinero y emociones no casan especialmente bien.
La economía conductual ha descubierto que nuestro cerebro tiende a jugarnos malas pasadas al gestionar nuestras finanzas e invertir. Un ejemplo muy claro es el de Peter Lynch, uno de los grandes inversores de la historia.
Entre 1977 y 1990 el fondo que gestionaba, Fidelity Magellan, sumó una rentabilidad anualizada del 29%. ¿Cuánto crees que ganaron los inversores? Cuatro veces menos, ‘apenas’ un 7% de media anual.
La razón es que muy pocos fueron capaces de aguantar su inversión. Hubo quienes vendieron antes de tiempo y otros que directamente lo hicieron en el peor momento, con caídas y guiados por el pánico.
Controlar tus emociones al invertir nunca es fácil y mucho menos cuando se trata de tu dinero. Una de las ventajas de tener un asesor financiero es que nosotros sí estamos acostumbrados a hacerlo y podemos ayudarte a evitar ese tipo de errores.
Además, aunque suene mal decirlo, cuando no se trata de tu propio dinero, es más fácil dejar las emociones de lado y tomar mejores decisiones.
Controla estos 5 aspectos de tu inversión y tendrás mucho ganado para conseguir una buena rentabilidad para tus ahorros. En Inversimply te ayudaremos a lograrlo. ¿Empezamos?

Silvia Martínez-Etayo
Soy una apasionada de las finanzas personales y de la libertad financiera. Mi meta es ayudar a las personas a tomar mejores decisiones financieras para que puedan cumplir sus metas personales.
El dinero es una gran herramienta y yo puedo ayudarte a sacarle el máximo provecho. Mi forma de trabajar es muy sencilla:. Primero evalúo tu situación actual, tus necesidades y, sobre todo, tus objetivos y metas, tanto personales como financieros. Después trazo contigo un plan para conseguir esos sueños a corto, medio y largo plazo.