Quiero comprar casa en 5 años ¿Cómo lo hago?

comprar casa como planificarte

Antes de responder a la pregunta de cómo consigo el dinero, la financiación, etc. hay que preguntarse si en este momento es conveniente para ti adquirir una vivienda.

Para saber esto hay que desmentir tres mitos sobre la compra de propiedades inmobiliarias.

  • Una vivienda es una inversión. Esto dependerá de la finalidad de la vivienda. Si su fin es vivir en ella, no lo es. Una inversión implica renunciar a un capital presente para obtener uno mayor a futuro. Salvo que la alquiles o la vendas a un precio superior al de compra, no estás invirtiendo. Aun en caso de venta o alquiler hay que descontar numerosos gastos como: el impuesto de bienes inmuebles que se paga todos los años, seguros, gastos de mantenimiento, etc. Una vez tengamos todo esto en cuenta, el porcentaje de beneficio que queda sobre la inversión no es tan alto como a priori pueda parecer. De hecho, normalmente, es inferior al de otro tipo de inversiones con mucha más liquidez. Si tenemos un gran patrimonio puede ser una forma de diversificar, pero desde luego no lo es para un ahorrador medio.
  • Una vivienda es una inversión segura, nunca pierde valor. Lo cierto es que el precio de la vivienda oscila al igual que lo hace el mercado de valores. La diferencia reside en que las casas no tienen una pantalla donde puedas consultar su precio en tiempo real. Un ejemplo de ello es que en abril del 2007 el precio medio de la vivienda en España era de 2952€/m2 mientras que al cierre de 2008 era de 2613€/m2.  Una variación de más de 300€ por metro cuadrado.
  • Siempre puedo vender la vivienda y recuperar lo “invertido”. Si por lo invertido nos referimos al precio de la vivienda, es cierto en la mayoría de los casos. Sin embargo, los impuestos de la transacción, muebles (algunos no los podrás trasladar a la nueva vivienda), la mudanza y una larga lista de otros muchos gastos no los podrás recuperar.

Teniendo en cuenta estos tres puntos, será conveniente adquirir una vivienda en las siguientes circunstancias para que la operación sea óptima:

  • Cuando tengas claro que será tu vivienda definitiva y que es muy poco probable que te mudes a otro lugar. Tener una vivienda en propiedad es una gran idea tanto para que el dinero del alquiler no se “pierda” como para no tener que hacer frente a ese gasto cuando nos jubilemos. El alquiler es un gran gasto, pero no olvidemos el tercer punto que he expuesto con anterioridad.
  • Has conseguido acumular un gran capital, 400.000€ o más y quieres diversificar. Si no nte sientes con tanto capital en activos financieros, puede ser una alternativa de lo más interesante destinar en torno al 33% de los activos al sector inmobiliario. Aunque no lo sería si tu capital es muy pequeño, ya que te quedarías sin apenas liquidez y correrías el riesgo de estar atado durante bastantes años hasta que puedas vender la vivienda a un precio adecuado.

Cumpliendo cualquiera de los dos requisitos, se nos presenta una gran oportunidad. Este sería el mejor de los escenarios posibles, sin embargo, aunque la oportunidad se presente no debemos adquirirla si no se dan los dos puntos anteriores.

Con todo esto no pretendo disuadir a nadie de que ahorre para comprar una vivienda, todo lo contrario. Es una necesidad, pero hay que comprarla en el momento oportuno. El ahorro y disponer de capital es la mejor forma de conseguirlo. Si dispones del dinero, cuando llegue el momento de la compra lo harás en las mejores condiciones

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¿Cómo ahorro el dinero para comprar una casa?

Ahora que hemos identificado las circunstancias óptimas para adquirir una vivienda podemos explicar lo más esencial y al mismo tiempo difícil: reunir el capital. Conviene recordar tres conceptos básicos a la hora de ahorrar.

  • Ahorra una cantidad fija al mes, no lo que sobre al final de este. Según la ley de Parkinson, los seres humanos tendemos a usar todos los recursos a nuestra disposición, tanto de tiempo como de dinero. Si dejas el ahorro para el final es posible que no ahorres nada o que ahorres una cifra muy inferior a tu capacidad de ahorro real.
  • Ser realista y adaptar el horizonte temporal a nuestro poder adquisitivo. Si ahorramos 100€ al mes y necesitamos 20.000€ para la entrada es imposible que lo consigamos en 5 años. Parece obvio, pero solo hay dos opciones respecto a este asunto: ahorrar una cuantía mayor o hacerlo durante más tiempo.
  • Invertir para reducir el tiempo que tardaremos y combatir la inflación. Si ahorramos en la cuenta corriente nuestro dinero irá perdiendo valor con el paso del tiempo lo que retrasará la compra de nuestra vivienda. Al mismo tiempo, los intereses generados por nuestro capital nos ayudarán a cumplir nuestro objetivo en un plazo menor.

Tras explicar estos conceptos básicos conviene explicar uno más específicos de la compra de una vivienda. Una vez tenemos claro nuestro horizonte temporal debemos elegir un riesgo adecuado a este. 

Cuanto mayor sea nuestro horizonte temporal mayor riesgo podremos asumir. Si en 5 años hay un ejercicio económico con resultado negativo es muy probable que no podamos rescatar nuestro dinero en condiciones óptimas, por lo que es mejor optar por un riesgo más moderado. Por el contrario, si nuestro plazo es de10 años nos podemos permitir un mayor riesgo.

¿Qué hago cuando ya tenga el dinero?

Se pueden dar dos escenarios:

  • Si solo dispones del capital para la entrada no hay ningún dilema, la única opción es pedir una hipoteca para financiar el restante. 
  • Si te resulta posible desembolsar la cantidad total hay que tener en cuenta lo siguiente: la diferencia entre lo que te cobra tu banco por prestarte el dinero y el rendimiento que le puedes sacar a tu dinero. 

Supongamos que tu dinero invertido te genera una rentabilidad del 8% y tu banco te concede una hipoteca a un tipo de interés del 1%, te resultará más rentable pedir la hipoteca que desembolsar la totalidad del capital. 

En ese caso será mejor pedir financiación, siempre y cuando, se tenga claro que es un dinero que no podemos gastar ya que si nos falla nuestra principal fuente de ingresos será el que haga frente al pago de la deuda. De esta forma utilizaremos el apalancamiento de forma inteligente. Si nuestro capital iguala la deuda el riesgo del apalancamiento se reduce drásticamente.

Gracias a esto, nuestro capital crecerá a mayor ritmo que al que nos cobra el banco por el préstamo. Además, nuestro capital crecerá cada vez más rápido gracias al interés compuesto mientras que el capital que paguemos en intereses por nuestra hipoteca será cada vez menor ya que se calcula sobre el capital que queda por pagar.

Si por el contrario somos un inversor muy conservador y obtenemos un rendimiento del 3% y el tipo de interés de nuestra hipoteca es un 2%, la diferencia no es tan grande como para que merezca la pena adquirir una deuda.

Como ves, la vida es cuestión de planificación, sobre todo para grandes objetivos como comprar tu casa o tu jubilación.

¿Deseando embarcarte en la aventura de comprar casa? Estoy aquí para ayudarte. ¿Empezamos?


Guillermo Villar

“Soy un profesional de las finanzas, pero lo que realmente me apasiona es conseguir objetivos, los de las decenas de clientes que ya confían en mí. Me enorgullece pensar que cuando alguien disfruta de unas vacaciones, de su jubilación o de su nueva vivienda he tenido algo que ver.

Si hay dos cosas que me han llamado la atención desde siempre son el dinero y las cosas simples. Sin embargo, el mundo de las finanzas peca de ser sumamente hermético y de difícil comprensión. Algo que desde luego le complica la vida a quien realmente quiere mejorar su situación económica. Por esto, tanto hablando con mis clientes como cuando escribo, lo hago de forma sencilla y clara. Mi filosofía es: ¡Hazlo simple, pero hazlo!”

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